Cable a Tierra II

Bueno, esta noche he querido escribir la 2a edición del "Cable a Tierra". A la primera le fue muy bien así que decidí que voy por mas, con un tema que no estoy seguro de como desarrollar, la búsqueda de uno mismo.

A veces, hay gente que cree que tiene la autoridad de venir a decirte quien eres, pero si alguna vez lo han hecho (que por cierto, todos lo hemos hecho una vez mínimo), les digo algo que a muchos no les va a agradar. Ni siquiera nos conocemos a nosotros mismos, así que no podemos andar por la vida juzgando a medio mundo y menos tratando de cambiarlos.

La gente es como es, en el contexto en el que hayan forjado su personalidad en turno, y digo en turno porque ese que dice que es el mismo siempre no es más que un mentiroso y bastante ingenuo. Nadie habla, ni trata, ni actua igual si tiene al lado a un amigo, a su papá o al Presidente de la República. Así que tenemos personalidades "intercambiables" que salen en el momento oportuno, claro está, si se tiene la prudencia de saber cuando hacer el cambio.

Volviendo a lo de la autoridad que se da la gente, jamás se den la importancia que no se les da. Si alguien no da un carajo por ustedes, no se den un voto de confianza y vayan a leerles la cartilla, esto sólo da una muestra de la importancia que sí le dan a la persona a la que se lo dicen. Hasta para tirar mierda hay que saber apuntar, cuidado.

Este por ser un Cable a Tierra distinto al anterior, pues esta escrito fríamente y con más idea, deseo aclarar algo, siempre escribo esto a modo de consejos, más no por esto espero ponerme en una posición de autoridad, soy un chavo de 17 años tratando de cometer mis propios errores, más no arrepintiendome de los mismos, pues son quienes me han hecho quien soy.

Probablemente jamás podré describirme objetivamente, pero lo mas cercano a encontrarme a mi mismo es saber de donde vengo y tener una idea clara de hacia donde voy, pues esto me sitúa en el presente y me permito parafrasear a Fito Paez para lo siguiente...

Yo era un pibe triste y encantado
De Páez, La Salle y Televisa
Los libros, las canciones y los teatros
El cine, tus traiciones, mis enigmas
Mi padre, mi madre, no cervezas, ni pastillas, los misterios, el whisky malo
Los óleos, Teletón y mis hermanas
El hambre, el frío, el crimen, el dinero y mis tías
me hicieron este hombre enrebelado.

Y con esto quiero llegar a lo siguiente, jamás vas a saber quien eres, pues estas en constante cambio por diversos factores, lo que puedes hacer es estar satisfecho con quien eres, claro está, sin conformarte.

mLuna360°

@mluna360 en Twitter

México, desde todas las perspectivas.

Por cierto: No salió tan mal como pensaba (Les recomiendo releerlo para entenderle mejor jajaja)